domingo, 25 de abril de 2010

PRIMAVERA




Hay momentos en que tu vida se curva hasta que los extremos se tocan, tus sueños de la infancia y los desengaños del presente son el principio y la meta de un circuito de carreras en el que sólo puedes dar vueltas y vueltas hasta quedarte sin combustible. Sin bandera a cuadros. Sin champán en el podio. Sin ganadores ni vencidos.
Llega la primavera y es hora de limpieza. De tirar lo que no necesitas y ordenar tus miedos por orden alfabético, de limpiar la mugre de tus ventanas para que entre la luz del día y guardar la estufa que te mantiene caliente dentro. Es hora de vivir.
No necesitas cincuenta productos de limpieza diferentes, sólo tienes que llenar un cubo con agua y quitar el polvo que la sociedad ha depositado en ti hasta que puedas contemplar qué es lo que te hace feliz. Y si no tienes temor a lo que ves, la catarsis ha comenzado y el fracaso empieza a desvanecerse poco a poco como la oscuridad de la noche al amanecer.

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